
Con el auge de la cocina oriental, muchos de sus ingredientes, antes desconocidos, se han convertido en habituales en los armarios de muchas cocinas. La salsa de ostras es uno de ellos.
Pero ¿realmente la salsa de ostras está hecha con ostras?
La respuesta más adecuada sería “depende”.
Como sucede en muchos productos gastronómicos elaborados, la composición y calidad de los ingredientes depende en gran medida de quién lo fabrica, su precio de venta al consumidor etc.
En el caso de la salsa de ostras, esto también sucede por lo que podemos encontrarnos con multitud de recetas y composiciones.
La receta original solo está compuesta básicamente de ostras pero no es fácil encontrarla.
¿Qué es la salsa de ostras?
Este aderezo tiene su origen en China, a finales del siglo XIX y su invención se atribuye a un descuido culinario, fruto de un exceso de cocción de las ostras.
El creador de esta salsa es Lee Kam Sheung y la compañía que fundó tras este descubrimiento, Lee Kum Kee International Holdings Ltd, no solo sigue produciendo salsa de ostras si no que producen la increíble cantidad de unas 200 salsas diferentes.
La auténtica salsa de ostras es un concentrado de ostras que han sido cocidas a fuego lento durante mucho tiempo, en agua salada o, a veces, en salsa de soja. Tras largos periodos de cocción, el líquido se reduce y la salsa se concentra.
El resultado final es un concentrado de ostras de color oscuro y de textura densa en el que queda concentrado todo el sabor salino tan característicos de estos moluscos. Como podrás imaginarte, el sabor será muy intenso por lo que se debe usar muy poca cantidad en cada plato.
El problema es que las salsas de ostras a las que podemos acceder habitualmente en el mercado occidental tienen muy poca proporción de esta concentración, por lo que sus ingredientes, además de muy poco concentrado de ostras son otros que ayudan a “engordarla”: harinas, almidones, azúcar, potenciadores de sabor…
¿Para qué se usa la salsa de ostras?
Debido a su gran popularidad, esta característica salsa, que destaca por su sabor “umami” es el toque ideal en muchos platos, sobre todo de la cocina oriental.
Se trata de un aderezo muy versátil que puede utilizarse tanto para verduras, como carnes y pescados.
La salsa de ostras se añade generalmente al final de la cocción del plato y la cantidad de salsa dependerá del grado de concentración que tenga, ya que, cuanto más concentrado de ostras, más fuerte será su sabor, por lo que deberás experimentar hasta conseguir el toque de sabor que te gusta.
Sin duda, la salsa de ostras es una forma más de disfrutar de todas las posibilidades de este delicioso de molusco.